Por tener COVID-19, vecinos le discriminaron

[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»slideInRight»]Por Yulaiki Bracho[/vc_column_text][vc_column_text css_animation=»none»] “Sentí miedo, impotencia, frustración porque nos habíamos cuidado mucho”, fueron algunas de las palabras que una monteoqueña dijo a Los Guachis tras experimentar discriminación de parte de vecinos tras haber contraído COVID-19. La vecina de San Pedro solicitó mantener su identidad confidencial por su propia protección, y por eso le llamaremos María en adelante.

[/vc_column_text][vc_single_image image=»4668″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center» style=»vc_box_shadow» onclick=»custom_link» img_link_target=»_blank» css_animation=»fadeIn» link=»http://www.laorejita.net/productos» css=».vc_custom_1605136338420{padding-top: 10px !important;padding-bottom: 10px !important;}»][vc_column_text]

El 1ro de septiembre, a María y su familia les diagnosticaron COVID-19. Esta pequeña familia de escasos recursos no sólo sufrió los síntomas del nuevo coronavirus que se había propagado a más de 100 ciudadanos en el cantón, sino también la discriminación de vecinos que conocía desde hace años.

Un familiar de María publicó en una red social confirmando su diagnóstico positivo de COVID-19, y eso disparó cadenas de mensajes de un vecino a otro que pronto pasaron de Whatsapp a la acción. “La gente pasaba y señalaban la casa. Nos dejaron de hablar, dejaron de pasar por la acera de nuestra casa y se cruzaban la calle”, explicó María.

Un allegado a ella asegura que vio con sus propios ojos cómo vecinos continuaron con esos comportamientos incluso cuando ya no tenía la enfermedad.

“Dolió y lloré… Mi mamá, mi hijo y yo somos sobrevivientes del COVID-19 gracias a Dios estamos bien, pero en el transcurso que lo tuvimos nos dimos cuenta del verdadero yo de cada persona. Les invito a que se hagan un autoexamen …”, expresó María.

Al mismo tiempo en que padecía hostilidades en su comunidad ante su diagnóstico de COVID-19, María lidiaba con el miedo de que su salud y la de su familia empeorara ¡y empeoraron! Su madre pasó de sentir una gripe normal a una mezcla tos seca, fiebre alta, debilidad y ganas de vomitar ¡Tenía pánico de perderla! Su hijo comenzó a sentir lo mismo, más congestión nasal y pérdida del olfato y gusto. La incertidumbre de cómo sostenerse económicamente sin poder salir a trabajar añadía al pánico.

“Sentí miedo, impotencia, frustración porque nos habíamos cuidado mucho”, lamentó.

María fue apoyada por funcionarios de la Muni y por 2 vecinos durante estos tiempos. Según un líder comunal del distrito que apoyó a María durante su recuperación, las autoridades que ayudaron a lafamilia tuvieron que hacerlo de la manera muy discreta y con mucha cautela para que los vecinos no tomaran represalias con estos al enterarse que les ayudaron pues era probable que esa comunidad también los discriminara por pensar que se contagiaron.

Este mismo comunalista, que prefirió permanecer anónimo, confirmó que casos de discriminación como el de María ocurren poco, pero se están dando. Aseguró que muchas de las ayudas que da la Muni y civiles las mantienen en silencio para evitar la  estigmatización de familias y vecinos. 

“cualquier persona puede contraer la COVID‑19 y caer gravemente enferma”, recuerda la Organización Mundial de la Salud. [/vc_column_text][vc_column_text css_animation=»flipInX»]

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]